El Acuerdo de París, producto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, establece un marco para abordar el cambio climático basado en principios de equidad y responsabilidades comunes pero diferenciadas. Reconoce la urgencia de la amenaza climática y la necesidad de una respuesta progresiva y efectiva, especialmente para países en desarrollo y vulnerables. Destaca la importancia de salvaguardar la seguridad alimentaria, crear empleos decentes y respetar los derechos humanos, la igualdad de género y la equidad intergeneracional. Además, subraya la necesidad de conservar sumideros de gases de efecto invernadero y proteger la biodiversidad, mientras promueve la educación, la sensibilización pública y la cooperación global.